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Cuando hayas resuelto los dos factores que destruyen las relaciones, es decir, cuando hayas transmutado el cuerpo-dolor y dejes de identificarte con la mente y las posiciones mentales -y siempre que tu pareja haya hecho lo mismo-, experimentarás la dicha de florecer de una relación.
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Dice Tolle, en la aplicación de "El Poder del Ahora" que me salió en el face, que uno de los dos factores que destruyen las relaciones es IDENTIFICARSE CON LA MENTE Y LAS POSICIONES MENTALES. Me gusta, así que voy a tratar de desarrollar el tema y explicar este punto.
Todos tenemos una mente, con incesante torrente compulsivo de pensamientos, ¿no?. Si dices que NO es que aún no te has observado lo suficiente, y, PRECISAMENTE, TE IDENTIFICAS CON ELLA. Todos tenemos "esa voz en la cabeza", que parece un loro parlanchín; es el pensador, es la mente no observada. Y esa noción mental es lo que normalmente identificamos cuando decimos yo. A este concepto, que se podría considerar como una entidad que ha tomado posesión de la mayoría de la gente, me gusta llamarlo "yo pequeñín" y es mayormente conocido, en términos espirituales (que no religiosos, eh), también como "ego" o "mente egótica". Esta es la mente con la que nos solemos identificar, creyendo erróneamente que somos "esa voz en la cabeza", ese "yo pequeñín", (la oveja, que el león joven creía ser, en mi anterior nota del facebook. VER: LA HISTORIA DEL LEÓN Y LA OVEJA. Pues el Ego no es más que el olvido del Ser).
Pero NOSOTROS NO SOMOS LA MENTE EGÓTICA, como tampoco somos nuestras piernas... es un ejemplo. Utilizamos las piernas para caminar, pero... ¡no somos nuestras piernas! De la misma manera, utilizamos la mente para pensar pero no somos nuestra mente, al menos la egótica.
La corriente de pensamiento incesante y compulsivo y las emociones que lo acompañan, que el Ego es, son una falsa ilusión, que la mayoría de la gente tenemos en mayor o menor medida. Son pensamientos y emociones con los que te identificas como "yo y mi historia", pero que no son tu YO REAL -¡el león de la historia!-. Son pensamientos y emociones de identificación personal con las formas, de ilusión de propiedad y necesidad de poseer, y de deseo de más, principalmente. Son compulsiones inconscientes -¡de estar en el rebaño!-, pues Ego es sinónimo de Inconsciencia.
(Recuerda, las tres principales compulsiones inconscientes, ya descritas -¡de las que participamos mientras estamos en el rebaño!-, son: 1/ compulsión a realzar la propia identidad con las cosas, 2/ compulsión a equiparar tener con ser, y 3/ compulsión a no tener, además, nunca suficiente; y forman parte, las tres, de la estructura misma de la mente egótica, no lo olvides).
El contenido del ego (identificaciones personales, no solo con las posesiones, sino también con opiniones, apariencia externa, resentimientos duraderos o conceptos de ti mismo como "mejor que" o "no tan bueno como" otros..., etc) varía de unas personas a otras, pero la estructura de todo ego es la misma. En estructura, todos los egos son iguales, VIVEN DE LA IDENTIFICACIÓN Y LA SEPARACIÓN. Pues, para sostener la idea del yo, necesita la idea opuesta de el otro. A esto se refería Jesús cuando dijo:"¿Por qué ves la paja en el ojo ajeno y no adviertes la viga en el tuyo?
Así, cuando el ego domina:
1/ Nos quejamos en lugar de expresarnos...
Quejarse es aplicar etiquetas mentales negativas a la gente, ya sea a la cara o –más frecuentemente-cuando hablas de ellos con otros, o incluso cuando piensas en ellos. (El insulto sería la forma más tosca de este etiquetado, así como la violencia física o psíquica). Informar a alguien de un error -y sobretodo, para con nosotros-, no es quejarse, es expresar "nuestra verdad", que sabemos no es la absoluta, o "compartir nuestro dolor" a fin de que se corrija.
2/ Tenemos tendencia a reaccionar en lugar de actuar...
Aunque la emoción que acompaña a la queja es el resentimiento, también puede acompañarla otra más fuerte, la ira. En estos casos quejarse es una manifestación de la tendencia a reaccionar en lugar de actuar. Hay muchas personas que siempre están esperando la próxima cosa contra la que reaccionar, por la que sentirse molestos o perturbados... y nunca tardan en encontrarla.
3/ Guardamos rencores en lugar de liberarnos...
Cuando un resentimiento dura mucho, pasa a ser rencor, y es estar en un permanente estado de "contra". Hace falta sinceridad para ser consciente de que se guardan rencores, de que hay alguien en la vida a quien no se ha perdonado del todo. El perdón ocurre de manera natural, cuando observas tus rencores, y ves que no tiene sentido, aparte de reforzar una falsa sensación del yo, eso que no eres. Ver eso es liberarse. La enseñanza de Jesús "Perdona a tus enemigos" habla principalmentede deshacer una de las principales estructuras egóticas de la mente humana.
4/Insistimos en tener razón, y negársela a los otros, en lugar de dar prioridad a Amar...
Quejarse, encontrar defectos y reaccionar en lugar de actuar son cosas que refuerzan al ego, dándole una sensación de separación, de la que depende su supervivencia. No hay nada que refuerce más al ego que tener razón.Tener razón es identificarse con una postura mental: un punto de vista, una opinión, un juicio, una interpretación. Por supuesto, para que tu tengas razón es preciso que algún otro no la tenga, y por eso al ego le encanta negar la razón a otros para tenerla él. La certeza del ego de que "yo tengo razón y tú no" es peligrosa para las relaciones interpersonales. La creencia de que uno está en posesión exclusiva de la verdad es ego puro. Jesús habla del Yo Soy interior, de la identidad esencial de todo hombre y mujer. Ahí está la Verdad y la Consciencia, no en el ego, que es pura inconsciencia. Cuando dejas de lado la ilusión del ego y entras en contacto con esa dimensión que hay dentro de ti mismo, a la que me gusta llamar "Yo Superior" o "LaDiosaQueHayEnMI", todos tus actos reflejarán la unidad con toda la vida. Esa es la Verdad Absoluta, no las "verdades" que defienden nuestros egos. Eso es el Amor, Ama. Así que, no le des importancia a tener o no razón, simplemente Ama. "Ama y haz lo que quieras" dijo San Agustín. Las palabras no pueden acercarse mucho más a la verdad.
Extractos de "Un nuevo mundo, ahora" de TOLLE, para reflexionar... Os quieroooooooooooooooooooooooooooooo!!!