martes, 8 de febrero de 2011

Después del 6 viene el 7, sigo jugando... en El Carro, de viaje, voy.


Con este nuevo arcano, el VII, llamado “El Carro” –también, Conciencia o “Darse cuenta” en el tarot Osho Zen- viene la posibilidad de ver en nosotros mucho más allá de lo que nosotros mismos somos capaces de ver. Representa el camino a transitar en la búsqueda de nuestra propia metamorfosis interior. La ruta por la que transita el Carro esta pavimentada de oro. Así que, la confianza en nuestro poder y verdad interior se vuelve más grande y profunda; pues, una vez que se decide, en LosEnamorados, a encaminarse en la dirección, según la decisión tomada, no hay nada ya que lo pueda detener. Las negatividades desaparecen dando paso concreto a la materialización de nuestros objetivos y metas anheladas. Entrar en esta energía, tan impetuosa como novedosa -¡y ruidosa!!!- hace que nos aproximemos a cambios inminentes, así que, ¡tened cuidado!!!. Conviene sostener firmemente las riendas para que las ruedas no se salgan del camino, cuando uno de los dos caballos no tira en armonía. Una vez subidos en el carro hay que mantener la unidireccionalidad, para llegar al triunfo; es condición “sine qua non”.

No en vano es también llamado, este arcano, el “carro triunfal” pues refleja, y muestra claramente, a un hombre joven, príncipe o joven caballero en un carro, en actitud y seguro de su triunfo, quien sujeta a unos dos animales que tiran de él en la dirección deseada, asiendo firmemente las riendas, pese a que los animales miran en direcciones opuestas - y/o se representan de diferente color como símbolo de fuerzas antagónicas, que hay que unidireccionar, equilibrar o armonizar-.

Es una energía muy fuerte que anuncia la proximidad de cambios inminentes que irán acompañados de emoción y agitación. Con cada nuevo comienzo dejamos atrás la aburrida rutina de la vida cotidiana; y al hacerlo nos recargamos de energía renovada que nos inspira y multiplica las ideas. Esta energía es beneficiosa para cualquier situación, presagia triunfo y control sobre los designios de la naturaleza. Proyectos y conquistas rápidas. Viajes. Llega la oportunidad esperada, no la podemos dejar pasar. En el amor y en las relaciones: Buenos sentimientos, claridad, proyectos, compromiso, sensualidad y sexualidad. Pero, siempre y cuando se esté dispuesto a dejar al otro/a el espacio que necesita para sentirse bien, y a reclamar tú tu espacio sin sentimiento de culpa.

En cuestión de Amor, eso que a mí tanto me apasiona… Toca, aquí y ahora, armonizar la intimidad con la libertad, abrazar la paradoja entre el Amor y la Soledad (Osho, nos lo describe de fábula en su libro “Amor, libertad, soledad. Una nueva visión de las relaciones”, del cual os extraeré un pedazo, más abajo o en otra entrega). Pues, dice Osho:”Nos guste o no, en el mundo moderno la libertad es nuestra condición básica; y mientras no aprendamos a vivir por y con nosotros mismos, nos estaremos vetando la posibilidad de encontrar el amor y la felicidad junto a otra persona”. El carro trata, precisamente, de eso. El carro es la carta VII, y es consecuencia de la carta VI, que es la de los enamorados. Es por tanto un arcano que nos va a indicar en la tirada del amor, continuidad mientras dejemos a un lado el ego que se muestra ante el ser humano como un mono saltarín, de un lado a otro. La carta del Carro significa el vehículo en el cual los enamorados se subirán para hacer el recorrido que hasta ahora habían soñado.

El camino, aunque pavimentado en oro, no está exento de obstáculos ya veis… y no un “ego”, si no… ¡dos “egos”!!!. Mientras deseen estar juntos Los Enamorados, deben tratar de refrenar dos almas y dos egos y hacer que coincidan. Queda por verse si siempre es un viaje triunfal –Jajaja-, pues… ¡Tamaña hazaña, se nos presenta!. Y es que, los desafíos, las decisiones y los cambios ya no están sujetos a la libre voluntad, como en el anterior arcano, sino que son conducidos “desde fuera”, nos son impuestos según la decisión tomada. Detrás está solamente el efecto retroactivo del karma, lo que en la vida hemos sembrado.

Pero, tranquilos, que si hemos elegido “el camino de la Virtud”, El Carro viene, aparece en nuestras vidas siempre con gran fuerza, mucho desconcierto y agitación, pero a llenarse de la energía de nuestra propia alma, a impregnarse de aquello que llevamos en el espíritu. Cuando aquello que constituye nuestra esencia se ve brillante, puro, pleno y positivo, El Carro aparece, entonces, al derecho. Es una especie de indicador de que las energías de nuestra alma están funcionando pacífica y armoniosamente, de que tenemos la fuerza necesaria para llevar adelante nuestros proyectos y deseos… ¡Sean cuales sean los obstáculos a salvar!.

Pues, cuando El Carro pasa ruidosamente por tu vida siempre tiene sus motivos; y, la mayor parte de las veces, nos está alentando a continuar en la misma dirección, a no abandonar nuestros esfuerzos. “Mantén las velas de tu barco bien izadas”, nos dice poéticamente, “ya aparecerá el viento que te permita navegar a dónde quieres ir. Nos insta a abandonar todos los temores que podamos albergar, y nos puedan desviar de nuestro camino. Ya que, el peor enemigo de éste arcano viene a ser, y a la vez, es en realidad, el más grande enemigo de todo nuestro ser y existencia: el miedo.

El miedo es la fuente primigenia de todo cuanto en la vida ha de significar sufrimiento y malestar; la culpa y la vergüenza son, en verdad, formas particulares de esa otra forma, siempre anterior y más general, que es el miedo; la violencia es, asimismo, siempre, la consecuencia inmediata del miedo. Crecer y mejorar quiere significar, en realidad, la capacidad de superar nuestros miedos; la posibilidad de imponernos definitivamente, con nuestra conciencia y voluntad, a la negación sistemática que todo miedo siempre implica. El miedo es, entonces -¡entiéndase claramente esto!- la negación absoluta de nuestro ser. El miedo es lo contrario del amor.

Entrar en esta energía es entrar en el arquetipo del "Guerrero". No significa alguien belicoso, sino una persona que se mueve por sus ideales, actúa con firmeza, es "proactiva" y exitosa. Es alguien que busca la realización de sus metas y va camino al éxito. Utiliza el poder de su mente, el poder de la palabra y acciones justas para conseguir sus propósitos, con equilibrio y en justicia. El "guerrero" usa su energía (física, mental, sexual o espiritual) con sabiduría y consciente de hacia dónde le lleva. Aunque… La mayoría de las veces no sabe cuál es la meta. El "guerrero" nunca dice "yo sé", sino "yo creo saber" y va hacia donde siente que debe ir. Si logra un objetivo diferente al buscado, no se disgusta ni se considera derrotado, acepta que se enfrenta a un nuevo reto y trata de sacar el mayor provecho posible. Se entrega a las manos amorosas que lo conducen desde lo alto y se adapta a lo nuevo, lo más pronto posible, para aprender lo que debe aprender y poder seguir camino. Aquí de lo que se trata es de ser Consciente… y buscar el equilibrio.

Emocionalmente, hay dos tendencias asociadas en este caso: o la impulsividad que conduce al descarrilamiento o la inercia que conduce al estancamiento. Ambos extremos son destructivos y ninguno de ellos, postula El Carro, te lleva al logro de tus sueños. Revisa en cuál de los dos extremos te encuentras y haz algo para corregirlo. En ese caso, la persona pone una barrera para protegerse del mundo. Puede ser violenta y dominante o simplemente evade o ignora, pero es igualmente agresiva (del tipo agresivo-pasivo). La tendencia a los extremos, postula el carro, no conlleva más que dolor e inestabilidad. Recupera el control sobre tus emociones y sobre tus pensamientos. Se impone aquí un trabajo de crecimiento e inteligencia emocional. Busca tu centro y tu paz interior. He allí el principio de una vida plena de realizaciones.

En lo espiritual, es nuestra habilidad para unir principios disímiles, para que se conviertan canalizados en un sólo tipo de energía unidireccional. El unicornio es símbolo, claro e inequívoco, de ello. De ahí mis publicaciones estos días sobre él en mi perfil del Facebook. Simboliza la guía superior, mágica e unidireccional, que puede guiar nuestro carro en su viaje por la vida. Pues aquello a lo que aún representa: fuerza, libertad, imaginación, sueños, ilusiones... sigue existiendo... ¡Sigámosle, entremos en contacto con su cuerno espiralado, puede indicarnos el camino real!.¡El de los Corazones Inteligentes!. El camino hacia la libertad, como consecuencia del amor puro... siempre que tengamos la valentía de avanzar sin miedos ni ideas preconcebidas… nos augura un… ¡Buen viaje!!!.