"Hoy las mujeres rechazan ser dominadas
por hombres emocionalmente ausentes, inmaduros y
arrogantes, a los que hay que cuidar
como niños a la vez que admirar" -Mark Josephs-Serra- Jajajaja... ¡AhíLeHaDao'!!!.¡MeEncanta!!!
Comparto hoy este artículo de LA CONTRA que, aunque es de hace un par de años, refleja muy bien lo que está pasado en la relación "hombre y mujer" actualmente. Y los cambios que hay que hacer para, verdaderamente, complementarnos. Lo he encontrado publicado en el face de un amigo de una amiga... y... ¡MeHaEncantao'!!!
Como es posible que, alguno de vosotros no lo pueda leer bien, por el tamaño al ser una foto, os adjunto aquí el enlace de la hemeroteca donde está el artículo original:http://hemeroteca.lavanguardia.com/preview/2009/09/22/pagina-60/79217196/pdf.html
Habla, el artículo, sobre varios puntos interesantes que yo ya he tratado... y, por ello, me gustaría remarcar: la "indiferencia afectiva" (aquí os dejo link a la entrada que habla de eso), que muchos hombres "padecen" últimamente... y digo "padecen" porque ya sabéis mi opinión: ¡No es 'estilo' sino PATOLOGÍA!!!. Y de la receptividad, que muchas mujeres confunden con "pasividad".
Precisamente sobre LA RECEPTIVIDAD, principio femenino, tengo ya algo publicado en mi página de comunidad, que os voy a trascribir aquí ahora. Son dos post diferentes:
PRIMER POST:
Receptividad by OSHO
Ser receptivo es una de las cualidades más importantes de la vida, pues nos prepara para saber usufructuar todo lo que sucede, con una nueva postura. Cuando no somos receptivos podemos desarrollar una actitud de oposición contra los acontecimientos de nuestra vida, siempre considerando que merecíamos algo mejor o que no hemos recibido lo suficiente.
Si la receptividad está presente, aceptamos con gratitud lo que quiera que la vida nos reserve, y mantenemos la conciencia de que, no importa lo que estemos experimentando, era esto exactamente lo que necesitábamos para nuestro crecimiento interior.
Saber escuchar también es uno de los atributos de la receptividad, pues muchos se quejan de no recibir atención, pero se muestran incapaces de escuchar al otro.
Esta práctica exige una apertura total del corazón y dejarse tomar completamente por la energía del amor, sin el cual jamás conseguiremos sentirnos parte indisociable del Todo y, consiguientemente, experimentar la bienaventuranza.
Cada vez que nos sentimos colmados por la energía amorosa, nos volvemos abiertos y disponibles para compartir este sentimiento con el resto del mundo, sin resistencia o aprensión alguna.
Para recibir, es preciso que estemos totalmente disponibles, de modo a permitir que una semilla llegue hasta nosotros, para que sólo entonces sea germinada por nuestra llama interior y fructifique, alcanzando al resto del mundo.
" Qué es dar y qué es recibir
... Casi todo el mundo piensa que sabe lo que es recibir... pero, a menos que des amor, no sabes lo que es dar, lo mismo es verdadero sobre recibir: a menos que seas capaz de recibir amor, no sabes lo que es recibir. Deseas ser amado, pero no has pensado acerca de esto: ¿eres capaz de recibir amor? ¡Hay tantas barreras que no te permiten recibirlo!
La primera es esta: tú no te respetas; de ahí, cuando el amor llega a ti, no te sientes bastante adecuado para recibirlo. Pero te pones en tal tribulación, que no puedes siquiera ver un hecho simple: debido a que nunca te has aceptado tal como eres, a que jamás te has amado... ¿cómo puedes lograr recibir el amor de alguien?
Tú sabes que no eres digno de él, pero no quieres aceptar y reconocer esa idea tan estúpida que te ha alimentado, de que no eres digno de amor. Siendo así ¿qué hacer? Simplemente rehúsas el amor. Y, para rehusar el amor, tienes que encontrar disculpas.
La primera y más importante disculpa es que eso no es amor – he ahí por qué no lo acepto. Tú no crees que alguien te ame. Cuando tú mismo no te amas, cuando tú no te has visto – tu belleza, tu gracia, tu grandiosidad - ¿cómo puedes creerlo cuando alguien te dice: Tú eres bello. Veo en tus ojos una profundidad insondable de tremenda gracia. Veo un ritmo en tu corazón, en sintonía con el universo.
Tú no puedes creer en todo eso – es demasiado. Estás acostumbrado a ser condenado, estás acostumbrado a ser punido, estás acostumbrado a ser rechazado, estás acostumbrado a no ser aceptado tal como eres – estas cosas las recibes muy fácilmente.
El amor tendrá un tremendo impacto sobre ti, porque habrás de pasar por una gran transformación antes de recibirlo... Para evitar el rechazo, es mejor rechazar el amor. He aquí por qué las personas no aceptan el amor.
Ellas lo desean, ellas lo anhelan. Pero cuando llega el momento y alguien está dispuesto para derramar su amor sobre ti, tú te retraes. Tu retraimiento tiene una psicología profunda. Tienes miedo: esto es lindo, pero ¿cuánto va a durar? Tarde o temprano mi realidad será revelada. Es mejor estar alerta desde el comienzo.
Amor quiere decir intimidad, amor quiere decir dos personas acercándose cada vez más, el amor quiere decir dos cuerpos, pero una única alma. Tienes miedo... Es el miedo al rechazo lo que no te permite recibir amor"
Fuente:OSHO, Satyam Shivam Sunderam.
SEGUNDO POST:
Significado emocional: Problemas Menstruacion, dificultad en la entrega...
Hoy quería hablaros de la RECEPTIVIDAD, y… todo me ha llevado a este texto. ¿Será que estoy pre-“mestruosa" hoy?-jeje-. Me ha parecido interesante, hace mucho que leí el libro y ya ni me acordaba. Así que refrescaremos tod@s , o al menos yo, la memoria. Ahí va:
"El flujo mensual es expresión de feminidad, fertilidad y receptividad. La mujer está sometida a este ritmo. Tiene que amoldarse a él y aceptar las limitaciones que le impone. Con el término de amoldarse tocamos un aspecto fundamental de la feminidad: la abnegación. Al decir feminidad nos referimos al principio general del polo femenino en el mundo, al que los chinos, por ejemplo, llaman «Yin», los alquimistas simbolizan con la Luna y la psicología profunda expresa con el símbolo del agua. Desde esta óptica, cada mujer no es sino manifestación del principio femenino arquetípico. El principio femenino puede definirse por su receptividad. Así en «I Ging» se lee: «Lo masculino rige lo creativo, lo femenino rige lo receptivo.» Y, en otro lugar: «En la receptividad está la mayor capacidad de entrega del mundo.»
La capacidad de entrega es la característica esencial de la mujer: es la base de todas las demás facultades, como la de apertura, absorción, acogida. La capacidad de entrega exige también la renuncia a la actuación activa. Examinemos los símbolos de la feminidad: la Luna y el agua. Ambos renuncian a irradiar y emitir como sus polos opuestos, el Sol y el fuego. Por ello, son capaces de absorber, acumular y reflejar la luz y el calor. El agua renuncia a la pretensión de poseer forma propia: adopta cualquier forma. Se amolda, en entrega.
La polaridad Sol y Luna, fuego y agua, masculino y femenino, no lleva implícita valoración alguna. Toda valoración sería absolutamente improcedente, ya que, por sí solo, cada polo está incompleto: para estar entero necesita del otro polo. Ahora bien, esta calidad de entero sólo se consigue cuando ambos polos representan plenamente su peculiaridad específica. En muchas reinvindicaciones emancipadoras se pasan por alto fácilmente estas leyes del arquetipo. Sería una tontería que el agua se quejara de no poder arder ni brillar y por ello se sintiera inferior. Precisamente por no poder arder puede recibir, capacidad a la que el fuego tiene que renunciar. Uno no es mejor ni es peor que el otro, sólo es diferente. De esta diferencia entre los polos surge la tensión llamada «vida». Nivelando los polos no se consigue eliminar oposiciones. La mujer que acepte y viva plenamente su feminidad nunca se sentirá «inferior».
La «no reconciliación» con la propia feminidad subyace en la mayoría de los trastornos menstruales y en muchos otros síntomas del campo sexual. La entrega, la adaptabilidad, siempre es difícil para el ser humano, exige renuncia a la propia voluntad, al yo, al predominio del ego. Uno tiene que sacrificar algo de su ego, una parte de sí, y esto es lo que la menstruación exige de la mujer. Porque, con la sangre, la mujer sacrifica una parte de su fuerza vital. La regla es un pequeño embarazo y un pequeño parto. Y, en la medida en que una mujer no esté conforme con esta «regla», se producirán trastornos y dolencias menstruales. Éstos indican que una parte de la mujer (por lo general, inconscientemente) se rebela ya sea a la regla, al sexo o al hombre, o a todo ello"
FUENTE: LA ENFERMEDAD COMO CAMINO
Y hoy, Mark Josephs-Serra,nos aclara aún más
De ello seguiremos hablando...
"La receptividad,
principio femenino, no es pasividad.
Pues dígame qué es.
Responder a estímulos constantes. La mujer
evolucionada es feroz, no es domable, derrumba
todo lo que no es real. Su enfoque
es la conexión emocional y sensorial".
Pues estoy completamente de acuerdo: Ni la indiferencia afectiva es desapego, ni la receptividad es pasividad. Os debo un 'post' sobre esto, sobre el tema que este artículo, que me ha 'encantao', propone. Pronto más.