Y Dios continúa explicando el proceso de la creación y manifestando su no intervención en nuestras decisiones:
(…) Yo, como Dios, nunca interferiré con tus decisiones, pero siempre las conoceré.
Por lo tanto, puedes asumir que si algo sucede, es perfecto que así sea, porque nada escapa a la perfección en el mundo de Dios.
El diseño de tu vida (las personas, los lugares y los eventos en ella) fueron creados perfectamente por el creador perfecto de la perfección: tú… y Yo… en, como y a través de ti.
Ahora podemos trabajar juntos en este proceso cocreativo de manera consciente o inconsciente. Puedes ir por la vida consciente o inconsciente.
Puedes seguir tu camino dormido o despierto.
Tú eliges.
(…)Es Mi tarea asegurar que tus elecciones sean concedidas. (En verdad, tú las concedes a tu Yo. Lo que yo hago es colocar en su lugar un sistema que te permita hacer eso.
Nos habla acerca de la toma de decisiones, y de que nosotros tomamos decisiones en diferentes niveles:
Eres un Ser Trinidad, formado de cuerpo, mente y espíritu. Ésa es la gloria y la maravilla de ti. A menudo tomas decisiones y eliges simultáneamente en los tres niveles y no siempre coinciden. No es poco común que tu cuerpo desee una cosa, mientras que tu mente busca otra y tu espíritu desea una tercera.
(…) Cuando tus elecciones entran en conflicto, cuando el cuerpo, la mente y el espíritu no actúan como uno; el proceso de la creación funciona en todos los niveles, produciendo resultados mezclados. Por el contrario, si tu ser está en armonía y tus elecciones están unificadas pueden ocurrir cosas sorprendentes.
(…) Hay también niveles dentro de niveles en tu toma de decisiones. Esto es particularmente cierto en el nivel de la mente. Tu mente puede y toma decisiones y hace elecciones entre uno de al menos tres niveles interiores: la lógica, la intuición, la emoción y, en ocasiones, desde los tres, produciendo el potencial para un conflicto interior mucho mayor. Dentro de uno de esos niveles, la emoción, hay cinco niveles más. Éstos son las cinco emociones naturales: aflicción, ira, envidia, temor y amor. Dentro de estas emociones hay también dos niveles finales: el amor y el temor.
Habla de que el amor es, en verdad, lo único que existe. Siendo el temor incluso fruto del amor, la dualidad básica: amor o temor. Las cinco emociones naturales incluyen el amor y el temor; no obstante, el amor y el temor son la base de todas las emociones. Todo se convierte en una de estas emociones, todos los pensamientos están dominados por el amor o el temor.
Sobre las cinco emociones dice:
La aflicción es una emoción natural. Es esa parte de ti que te permite despedirte cuando no deseas decir adiós; expresar (expulsar, sacar) la tristeza (…) Cuando se te permite expresar tu aflicción, te liberas de ésta. (…) La aflicción que se reprime se convierte en depresión crónica, una emoción muy poco natural.
(…) La ira es una emoción natural. Es la herramienta que tienes y que te permite decir “No, gracias”. (…) La ira que se reprime continuamente se convierte en cólera, una emoción muy poco natural.
(…) La envidia es una emoción natural que hace que desees hacerlo de nuevo, esforzarte más (…) Es muy saludable sentir envidia, muy natural. (…) La envidia reprimida en forma continua se convierte en celos, que es una emoción muy poco natural.
(…) El temor es una emoción natural. (…) El propósito del temor natural es desarrollar un poco de precaución. La precaución es una herramienta que ayuda a mantener vivo el cuerpo. Es un fruto del amor. El amor por el Yo. (…) El temor que se reprime continuamente se convierte en pánico, que es una emoción muy poco natural.
(…) El amor es una emoción natural. (…) Sin embargo, el amor que ha sido condicionado, limitado, regido por reglas y reglamentos, por rituales y restricciones, controlado, manipulado y reprimido, se convierte en algo no natural. (…) El amor que se reprime en forma continua se convierte en actitud posesiva.
Nos explica que estas emociones naturales, cuando se reprimen, producen reacciones y respuestas no naturales. Y que éstas (la depresión, la cólera, los celos, el pánico y la actitud posesiva) “han hecho matar a la gente, iniciar guerras y caer naciones”. Y sigue diciendo:
(…) Casi toda la gente reprime las emociones más naturales. No obstante, éstas son sus amigas. Éstas son sus dones. Éstas son sus herramientas divinas con las que pueden crear su experiencia. (…)Reciben estas herramientas al nacer y son para ayudarlos a negociar la vida.
Al preguntarle a Dios el motivo de la represión, nos contesta que nos enseñaron nuestros padres humanos a reprimirlas y, a continuación, hace una interesante y polémica disertación sobre la conveniencia, o no, mejor dicho la adecuación de los humanos “dadores de vida”, o sea los padres, como los responsables máximos en la educación de sus hijos. De esto, y más, hablaremos en próximas entregas. Pues más adelante se enlaza el tema cuando Dios, a través de Neale, habla de los SME (Seres Muy Evolucionados), un interesante tema que, pienso, nos puede servir de ejemplo o brújula, para decidir (o elegir) hacia dónde ir, en el proceso de creación en el que los humanos estamos inmersos.
ANN LOVE BELL