HOY, navegando por LaRed, me llegaron respuestas. Y es que...
Tengo que confesaros, y confieso, que ando en "crisis gemelar"... :(
En la etapa del corredor y el cazador, jajaja, parece. Me río porque es cierto que últimamente me he sentido así, como una 'cazadora'... ¡Sí, uffff!!!. Y es que mi 'gemelo' anda triste, muy triste, lleno de dolor. Y yo eso lo siento en mí. Siento un profundo dolor. Y el ver esto, que aquí os dejo: las etapas de las llamas gemelas, se me ha encendido una luz de esperanza en el corazón, al ver las coincidencias. ¿Será?. Es que...
Pareciera que estoy en esta etapa, entonces: En la etapa del corredor y el cazador. Este dolor insoportable, parece ser, lleva a uno o a ambos gemelos a retirarse físicamente y bloquear la comunicación con el otro (el que se retira es el “corredor”). Y el otro puede intentar recrear sin éxito la armonía unificada original, convirtiéndose en un "cazador". ¡¡¡Uy, madre!!!. ¡Si va a ser verdad!!!. ¡Y a mí que no me gusta eso de cazar!!!. Así que... ¡Me rindo!!!
Dicen que en esa etapa: "Uno o ambos gemelos se convierten en desperdicios traumatizados emocionalmente y destrozados, inundados de profundo dolor por el nivel del alma, con rechazo a nivel físico y abandono, van a tratar de retirarse físicamente y bloquear todas las formas de conexión. Así uno de ellos comienza a huír del otro, sale corriendo, y el otro gemelo pierde su sentido del equilibrio y se convierte en un cazador.".
La finalidad de esto es impulsar a los individuos a su unión con la Divinidad para promover la curación y maduración del cuerpo espiritual.
La tentación de dejarse envolver en la batalla de los egos o retirarse es muy seductora y difícil de resistir para muchos, lo que imposibilita que el resto de las etapas tenga lugar. Conviene recordar que no hay margen para el juicio y que cada alma aprende recorriendo su propio camino y eligiendo a partir de su libre albedrío. Debemos amar sin apego. Entonces...
Si todo evoluciona bien... Parece que el corredor, en última instancia, se dará cuenta de su error y será más comprensivo y compasivo, haciendo en su vida cambios positivos, que no hubiese hecho de no haberse producido ese dolor, explorando a fondo su vida para alcanzar la iluminación, y el gemelo cazador se dará cuenta de que esto no es una relación de amor romántico, no se puede cambiar a la otra unidad gemela en la mente o en el corazón como es al nivel del alma. La relación de Llama Gemela es una relación basada en el alma, por lo tanto, tenemos que hacer cambios en nuestro ser, en primer lugar, resolver todos nuestros esqueletos emocionales internos, como el ego, la ira, frustraciones, depresiones, miedo, falta de amor, etc, tenemos que aceptar al otro gemelo de forma incondicional sin expectativas o deseos, y de forma desapegada, lo que creará, si así se hace, una resonancia positiva en su sí mismo que a su vez atraerá la esencia idéntica en el otro ser.
¿Será?.. Bueno... ¡El tiempo lo dirá!!!!
AQUÍ TRANSCRIBO, amig@ lector/a, todas las etapas, y no solamente la que a mí hoy me atañe. Ahí van, según Jenna Forrest:
LAS ETAPAS DE LAS RELACIONES DE LLAMAS GEMELAS:
1: Reconocimiento y despertar espiritual temporal
Ambos gemelos se reconocen mútuamente a nivel del alma y sienten como si se hubieran conocido antes. Se producen muchos sucesos en sincronía, los chakras del corazón se abren y las dos almas se funden con rapidez en una tercera energía unificada. Ambos gemelos experimentan una aceleración de la comprensión espiritual.
El propósito de esta etapa es activar mutuamente la memoria de la misión en la vida y ayudar a despertar a cada gemelo a niveles superiores de conciencia.
2: Pruebas
El despertar espiritual inicial (iluminación) se desvanece. El ego (nuestro “pequeño yo”) comienza a resurgir. Uno o ambos gemelos pueden tratar de hacer encajar la relación en el “viejo modelo” de amor y relaciones, siguiendo los deseos del ego y de los sistemas de creencias aprendidos. Surge el conflicto interno. Los gemelos le dan vueltas a lo que les han enseñado a creer sobre cómo “debe ser” su amado y cómo se supone que deben servirles las relaciones.
Ambos gemelos se sienten al mismo tiempo inspirados y derribados por la fuerza de la unión. Empiezan a surgir dudas y uno o ambos gemelos comienzan a ver a su amado con ojos críticos o desconfiados. El propósito de esta etapa es que los conceptos mentales obsoletos acerca de las relaciones surjan hasta la superficie para ser eliminados.
3: Crisis
La crisis se produce cuando nos damos cuenta de que debemos bien rechazar las creencias acerca de las relaciones que proceden del ego o rechazar a nuestro amado. El tener que cambiar nuestro “pequeño yo”, con sus creencias y deseos, a fin de abrazar una expresión superior del amor puede conducir a brotes de terquedad y ansiedad. El miedo puede provocar que nuestros modelos emocionales disfuncionales salgan a la luz. Observar estos antiguos patrones, sin tratar de negarlos o rechazarlos, puede ayudarnos a dejarlos marchar.
Pese a los temores, los dos gemelos se encuentran de forma natural en ciclos para compartir momentos de unión, confesión, perdón y amor. Estos rituales consolidan mayores niveles de conciencia dentro de los campos de energía de ambos gemelos.
El propósito de esta etapa es proporcionar oportunidades para la curación y maduración de los cuerpos mentales y emocionales.
4: La dinámica del corredor
El ego humano teme naturalmente su aniquilación frente a la conciencia unificada que se encuentra codificada dentro de las llamas gemelas. Surgen los viejos mecanismos de supervivencia del ego, así como patrones emocionales y mentales profundamente enraizados (desafío, resistencia, manipulación, ira, castigo y juicio).
Uno o ambos gemelos se ven emocional y mentalmente inundados por el dolor profundo de lo que sienten como rechazo o abandono a nivel del alma. Este dolor insoportable lleva a uno o a ambos gemelos a retirarse físicamente y bloquear la comunicación (el “corredor”). Uno o ambos gemelos pueden intentar recrear sin éxito la armonía unificada original.
El propósito de esta dinámica es impulsar a los individuos a su unión con la Divinidad para promover la curación y maduración del cuerpo espiritual.
La tentación de dejarse envolver en la batalla de los egos o retirarse es muy seductora y difícil de resistir para muchos, lo que imposibilita que el resto de las etapas tenga lugar. Conviene recordar que no hay margen para el juicio y que cada alma aprende recorriendo su propio camino y eligiendo a partir de su libre albedrío. Debemos amar sin apego.
5: Entrega o rendición
La dirección y el resultado de la relación es la entrega a la Divinidad con plena fe y confianza en que la unión se encuentra bajo la protección divina. Se acepta que lo que es mejor y está destinado a la armonización física final se revelará a su debido tiempo. Ambos gemelos deben llegar a la iluminación con el fin de armonizar en lo físico.
Al gemelo “corredor” se le permite el espacio y la libertad para elegir evolucionar a su propio ritmo y a su propia manera. En esta fase, la frecuencia de la compasión regresa y se mantiene. El gemelo que se ha entregado (rendido a la inteligencia superior del universo) mantiene un espacio en su corazón para su amado mientras explora la vida a fondo en su camino a convertirse en un ser humano iluminado. Este puede ser un momento para canalizar el amor incondicional en arte, música, escritura, enseñanza, servicio activo o alguna otra salida creativa.
La finalidad de esta fase es ayudar a cada alma liberar el ego, desarrollar una comunicación regular con la Divinidad y demostrar su plena confianza en el Universo para hacer lo que es mejor cuando sea lo más apropiado.
6: Autorrealización, iluminación, resplandor
Alcanzar la iluminación significa expandir las funciones cerebrales y trascender la conciencia de separación, llegando a una conciencia de la unidad con todo lo que existe. El ego o “pequeño yo” le deja paso al “yo superior”. Nuestra alma, con su visión superior, se convierte en el capitán de nuestra vida y la energía de la fuerza de Dios rodea e impregna el cuerpo. Esto lleva a un despertar espiritual completo, un despertar absoluto a la divinidad. Esta es la etapa en la que irradiamos amor divino en lugar de buscar el amor romántico.
Los diferentes cuerpos (emocional, mental y espiritual) del gemelo que se ha entregado llegan a la madurez plena. Surgen nuevas habilidades creativas y de curación que se ponen al servicio de ayudar a los demás.
El objeto de esta etapa es establecer un flujo externo de amor divino a través del cuerpo y de las acciones, que vibran a un nivel que eleva el conjunto de la humanidad.
7: Armonización
En esta etapa los dos gemelos han despertado. Se reúnen en lo físico para asimilar sus energías recién evolucionadas, que fluyen en la nueva dinámica de su potencial unificado. Ambos gemelos se integran plenamente en la tercera energía que crea su unión, la del amor incondicional, de un modo que ayuda a otros a abrir su corazón.
La finalidad de esta fase es cumplir la misión prevista en la unión con la llama gemela. Estas relaciones entran en nuestras vidas para ayudarnos a encarnar la vibración del amor incondicional.
Únicamente cuando hemos aprendido a amarnos y aceptarnos a nosotros mismos poseemos la fortaleza y sabiduría necesaria para poder acoger a nuestra llama gemela y alcanzar juntos nuevos niveles de conciencia.
Fuente: Información extraída de LaRed. Se puede encontrar la mayoría de esta información sobre las etapas, en inglés, en la página web de Jenna Forrest: http://
Con Amor.
Y en Servicio.
En el camino de las Llamas Gemelas.
Ann Love Bell
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